El colibrí líneas de Nazca es una de los geoglifos más populares de las líneas de Nazca. Ha sido diseñada sobre una extensa meseta costera, la cual permite observar a detalle sus trazos y sus curvas. Te presentamos sus características principales.
El Colibrí: ¿Por qué es tan popular este geoglifo?
La figura de El Colibrí tiene un pico exageradamente alargado, las alas abiertas y estiradas, como si el ave estuviera volando, y una cola imponente, formada con bastante plumaje.
Este geoglifo está diseñado sobre una meseta, lo que permite que su apreciación sea inmediata. Pero, si realizas un sobrevuelo por la zona observarás con mayor detalle el diseño perfectamente delineado.
En 1994, El Colibrí y las demás figuras de las líneas de Nazca fueron considerados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a que en conjunto asombraron al mundo por su precisión geométrica, extensión y magnitud.
¿Qué representa El Colibrí?
Este geoglifo es una ofrenda a un Dios volador, que era bastante temido por los pobladores de Nazca. El homenaje era para mostrar respeto y veneración durante el año, pues creían que, de no hacerlo, la deidad los castigaría deteniendo las lluvias en el desierto costero, lo cual sería fatídico para la siembra y la cosechas.
La civilización nazca tenía una gran cosmovisión; por ello, este geoglifo zoomorfo era parte de un enorme calendario astronómico, el cual brindaba información sobre los tiempos de sequía y servían para rendir culto a los dioses.
¿Cuánto mide la línea de Nazca denominada El Colibrí?
Este geoglifo tiene un gran tamaño. Desde la punta del pico a la cola mide 96 metros de largo y desde la punta de cada ala tiene 66 metros de ancho.
Ubicación
El Colibrí está ubicado en los valles desérticos de Ingenio y Nazca, Región Ica, Perú. Es la séptima figura que puedes apreciar desde el cielo iqueño.
¿Quién descubrió y estudió este geoglifo?
Si bien no existe un registro exacto del descubridor de la figura de El Colibrí, a nivel general, se le atribuye el descubrimiento oficialmente de los geoglifos de Nazca al antropólogo estadounidense, Paúl Kosok, en 1927.
La primera hipótesis al señalar que se trataría de un gigantesco calendario fue de Max Uhle. Luego, la científica alemana, Maria Reiche, dedicaría toda su vida a su estudio, conservación y su difusión.
Recientemente, los científicos japoneses señalan que la figura de El Colibrí no tendría el nombre correctamente asignado. Para la profesora de la Universidad de Hokkaido, Masaki Eda, esta figura se sería el zorzal ermitaño, una de las aves modernas del Perú y Sudamérica. Su hipótesis propone que se habría diseñado este geoglifo para recordar la belleza de estas aves que no habitan en la costa peruana.
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